Hace un tiempo ya

A veces la motivación se esconde entre las experiencias que la vida nos va presentando, pero no se va, eso jamás.

Mi intención de hacer un blog continúa y cada vez se va volviendo más clara. 

Sé lo que quiero y eso es construir una plataforma de integración y apoyo para que aquellas chicas que pasan por momentos de reflexión, oscuridad, confusión e incertidumbre sepan que no están solas, que nada está mal con ellas y que tienen un lugar donde pueden encontrar las herramientas para verse a sí mismas como las mujeres bellas, empoderadas y por sobre todo completas que ya son ahora.

He de confesar que este gran viaje en el que llevo 7 meses certificándome como Coach ha sido todo un reto. Comencé con un gran push y decidida a aprender herramientas para cambiar el mundo.

En este camino de altos y bajos he aprendido que desaprender es la más rica de las experiencias. Y que para desaprender es necesario cuestionar la voz interna que habla más fuerte, esa que siempre quiere tener la razón aunque nos vea llorando desesperadamente en el piso del baño donde alguna vez tú y yo nos lavamos los pies: el ego.

Lo que más suelo recordar, de mi vida, son mis viajes y mis experiencias cercanas con hombres del tercer tipo. Ósea, las veces que me enamoré de misma o de otra persona.

Recuerdo cuando vivía en Londres y según yo cumplía 25 años cuando en realidad, les cuento un secreto, me equivoqué y cumplía 24. Ese día hice una lista de las cosas que «deberían» cambiar en mi vida para sentirme exitosa y las cumplí casi todas al termino de un año. Me regresé a México, me fui a vivir sola, encontré una carrera profesional y un trabajo estable que me apasionaba, lo que faltó: una pareja para casarme y tener hijos, lo que sobró: un descuido de mi persona al creer que el éxito venía del trabajo duro, el no sentirme suficiente por no haber cumplido mis metas y la falta del fe al creer que yo tenía el control sobre mi vida. Todo eso aunado a un increíble aumento de peso, noches de encierro, llanto y comida chatarra que sólo me reforzaban más mi rechazo por esta vida y salidas a bares intentando buscar a ese hombre que nunca llegó.

Hoy me doy la oportunidad de escuchar a mi espíritu. He renunciado no sólo a un trabajo que me apasionaba sino también a creer que el trabajo duro y el dinero reflejan mi éxito, a 13 kilos y un montón de ropa que ya no me queda, a no sentirme suficiente, a creer que soy una mujer independiente y uff…a muchas más creencias y declaraciones que no estaban funcionando en mi vida.

Y ahora volteo a ver mis relaciones, desde mi ser, y entiendo por qué ese chico no se fue conmigo a vivir a Londres y porque el de Londres no me siguió a México, porque no me enamoré del perfecto y porque el perfecto no se enamoró de mí, porque el del café huyó despavorido un día de la nada y porque con el que me lavé los pies en el baño no fue sino más que tres semanas del dejo de una ebriedad. ¡Yo los utilicé, no ellos a mí! Los utilicé para intentar cumplir una meta, un propósito, un juego de vida y eso no es amor, es manipulación. Y aunque fue de manera inconsciente les pido una disculpa y les comparto que hoy me hago responsable de mis creencias y libero así la roca que más me ha pesado tantos años: ya no creo más en que mi propósito es tener un esposo e hijos. Ahora veo, que así como el dinero, ése es un extra que da la vida y si la vida lo quiere para mí llegará.

Mi propósito es ser amor, luz y fuerza para crear amor, luz y fuerza en el mundo.

amoryluz

Gracias por leerme quien quiera que seas.

NAMASTE

¿Te sirvió lo que leíste? Si te sirvió quizá pueda servir a otros, ayúdame compartiendo en redes sociales y no dudes en compartir tu propósito más profundo. Si tienes alguna petición déjala en un comentario y me pongo en marcha para escribir algo para ti. Recuerda que éste es :”Un espacio para Ti”.

Deja un comentario, me encanta conocer tu opinión: